Los hot dogs son un platillo muy popular en todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos, donde se venden en puestos callejeros y en los estadios deportivos. Pero, ¿de dónde viene el nombre «hot dog»?

La historia del hot dog se remonta al siglo XIX en la ciudad de Frankfurt, Alemania. Allí se creó una salchicha ahumada llamada «Frankfurter Würstchen», que se convirtió en un alimento básico en la dieta de los alemanes. Más tarde, los inmigrantes alemanes llevaron la receta a los Estados Unidos, donde se hizo popular en la ciudad de Nueva York. Fue allí donde se inventó la versión estadounidense del hot dog, que se sirve en un pan alargado y se come con la mano.

El nombre «hot dog» se popularizó a principios del siglo XX, pero su origen es incierto. Una teoría es que el término fue acuñado por un caricaturista deportivo de Nueva York llamado Tad Dorgan. En 1901, Dorgan asistió a un partido de béisbol en el que los vendedores de salchichas gritaban «Get your dachshund sausages while they’re red hot!» («¡Consigue tus salchichas tipo dachshund mientras están bien calientes!»). Según la leyenda, Dorgan dibujó un perro caliente en su bloc de dibujo y lo etiquetó como «hot dog», dando origen al nombre del platillo.

Otra teoría es que el nombre «hot dog» se originó en Europa, donde se llamaba a la salchicha «dachshund sausage» debido a su forma alargada y estrecha, que se asemeja a un perro salchicha.

Sea cual sea la verdadera historia detrás del nombre, los hot dogs han seguido siendo un alimento popular en todo el mundo y siguen siendo uno de los platillos más emblemáticos de la cocina estadounidense. Se pueden servir con una variedad de acompañamientos, desde la tradicional salsa de mostaza y ketchup hasta opciones más creativas como el chili, el queso y los jalapeños.