La flor de sal es uno de los ingredientes más apreciados en la gastronomía gourmet. También conocida como «la crema de la sal», se produce a través de un proceso de evaporación en las salinas, donde se forma una capa fina de cristales de sal en la superficie del agua. Esta capa es recolectada cuidadosamente a mano, lo que la convierte en un producto premium.

La flor de sal tiene una textura única y un sabor más suave y delicado que la sal común. También contiene una mayor cantidad de minerales y oligoelementos, lo que la convierte en una alternativa más saludable. Por estas razones, es muy valorada por los chefs y amantes de la buena cocina.

Además de su sabor y textura, se utiliza para realzar el sabor de los alimentos. Se puede utilizar como un toque final en platos de carne, pescado, verduras, ensaladas e incluso postres. Al añadir una pizca de esta sal justo antes de servir, se puede resaltar los sabores y aromas de los alimentos.

Otra forma de utilizarla es para marinar. Al mezclarla con hierbas y especias, se puede crear una marinada deliciosa para carne y pescado. La flor de sal también se puede usar para hacer aderezos para ensaladas y salsas.

Es un ingrediente versátil que se puede encontrar en diferentes variedades, como la flor de sal de Guérande en Francia, la flor de sal de Ibiza en España, y la flor de sal de Colima en México. Cada variedad tiene un sabor y textura únicos, lo que permite a los chefs experimentar y crear platos únicos y sabrosos.

En resumen, la flor de sal es un ingrediente gourmet que no puede faltar en la cocina de cualquier amante de la buena gastronomía. Su sabor y textura únicos la hacen ideal para resaltar el sabor de los alimentos y crear platos excepcionales. Si aún no la has probado, ¡no dudes en hacerlo! Tu paladar te lo agradecerá.